Recursos Humanos y las redes sociales

Es de conocimiento general el gran apogeo de las redes sociales en la actualidad; la indiscutible realidaddeque todos posean una imagen virtual en páginas conocidas de alto renombre como facebook, instagram, twitter; hace que, como personas poseamos un vínculo más grande y más amplio de relación incluso con las personas que aún no conocemos. La Internet se ha vuelto un medio, una vía en donde muchos encuentran oportunidades laborales, donde se promocionan mercancías, trabajos y donde el comercio ahora está migrando.


Dicho esto, entendemos que la web ahora permite encontrar personas, talentos y potenciales colaboradores en redes como LinkedIN, que presenta el perfil profesional del usuario, el mismo Facebook de dónde conozco a quienes podrían referirme algo del perfil en cuestión; sin embargo, no podemos obviar la naturaleza humana ni su natural inclinación social, junto con la necesidad de encajar en un grupo; estaría de más mencionar, que nosotros mismos al poseer un perfil personal en las redes sociales, presentamos de nosotros la mejor versión, acomodamos palabras, hechos que nos representen bien, compartimos fotos y pensamientos que hablen bien de nosotros, que nos hagan lucir y que generen agrado en aquellos que se relacionan virtualmente con nuestro perfil. De este modo, comprendemos que todo aquello que representen las redes sociales en la realidad puede ser distinto, no mejor ni peor, simplemente distinto; las redes sociales poseen un fin específico, que es mantener contacto con aquellos con quienes físicamente no poseemos alguno y guardar recuerdos de grandes momentos para compartirlos con quienes deseemos; esto en su potencial idea, ha crecido y se ha vuelto un nicho de mercado más, para ramas como marketing, recursos humanos, publicidad y relaciones publicas, comunicación, administración empresarial y entre otras que estrían de más mencionar.

Quiero detenerme a analizar ahora la realidad del talento humano, empezando por la actual propuesta laboral empresarial. La empresa privada al poseer alcance a través de las redes a tantos perfiles, se encuentra en una especificidad de búsqueda, empecinada por encontrar exactamente el perfil específico para ocupar un cargo laboral, dejan de lado el concepto humano del trabajo mismo; el trabajo ha sido la actividad que realiza al ser humano, y este a su vez es quien magnifica el primero; con esto, quiero concluir que la búsqueda de perfiles específicos, exactos, complejos ya se ha comprobado en la experiencia de quienes desarrollan su profesión en el área, no siempre es asertiva. Resulta que se encontró la persona exacta pero se desconocían sus valores y ello generó problemas internos, o se desconocía la intención de la persona que se retira del puesto laboral a los pocos días de contratado, o se desconocía la falta de adaptabilidad de la persona que termina generando un malestar en el clima laboral. Todo es dado, porque se centró el foco de atención en la búsqueda de alguien que ocupe un puesto, que haga exactamente lo que hacen los demás, lo que hacía el que ocupaba el puesto con anterioridad, más no se pensó de manera humana, en alguien que genere valor a la empresa, alguien que quizás no tenga la experiencia específica que el puesto amerita, pero que posee el talento y la capacidad, el deseo y los valores para acoplarse a la empresa y a su visión; es imprescindible creer en el potencial humano, puesto que éstas últimas personas mencionadas, son las que acrecientan el valor de la empresa, éstas son las que desarrollan, éstas son las que perseveran, éstas son las personas que poseen la predisposición adecuada; predisposición que no la mide la experiencia, que no la mide una profesión, que no la garantiza un cuarto nivel, que no la revela una red social; es la predisposición que se ve cuando el proceso de selección es de carácter personal, cuando posee el tiempo y las herramientas necesarias para conocer y analizar el potencial de una persona y se apuesta por ello. ¡Eso! trasciende a la mera experiencia y trasciende la imagen virtual de las redes sociales, solamente cuando el proceso de selección esta

orientado a buscar talento, no simples “operadores” que hagan lo que se les dice y ocupen una silla en la empresa. La selección de personal adquiere un valor inaudito según la fuente de donde de conocen personas, según las conexiones que manejen entre las recomendaciones y los recomendados, según las alianzas estratégicas que genere dentro del campo del desarrollo humano. Y vale la pena agregar también el vínculo que debería existir y fortalecerse con el futuro talento formándose en las universidades; y el destierro de aquellas empresas que lucran de búsqueda de personal, como buscando engranes sin talento, dichas empresas que han convertido a los “perfiles ejecutivos” en un mercado, al ser humano en un medio, en un producto, en un comercio sin desarrollo; pues son poquísimas las que acceden a ofrecer un servicio post- ubicación relacionado al desarrollo humano del candidato.

Miguel Ángel Falconí

MSc. NLP. Lcdo., PhB. (c).
Director Académico de IEX.
Miembro asociado de la Cátedra Interuniversitaria de México. Conferencista internacional.